Con el nombre de "Super Jumbo 200", en 1937 apareció la guitarra acústica occidental más grande que la compañía Gibson había producido hasta entonces. La SJ-200 puede afirmar con razón que es una de las guitarras acústicas más famosas del mundo. Tomó el mundo de la música por asalto y con el tiempo cada vez más músicos encontraron su camino hacia el sonido definido y cálido del extenso instrumento. Innumerables personalidades de la música, desde la estrella del country "Ray Whitley" hasta el héroe del folk "Bob Dylan", el dios del rock 'n' roll "Elvis Presley" o los rockeros "Ron Wood" y "Pete Townshend" han escrito y grabado sus éxitos mundiales con una Gibson SJ-200. Además, la Gibson SJ-200 inspira con su cómoda capacidad de ejecución y su diseño intemporal y noble. El envío incluye un robusto estuche.
Para producir frecuencias de bajo potentes y al mismo tiempo cálidas, el fabricante utiliza arce flameado para el fondo y los aros, lo que también permite una respuesta rápida y potente. El sonido se complementa con las frecuencias brillantes de una tapa de abeto Sitka, que está equipada con un refuerzo plano Scalloped-X, que es en gran parte responsable del perfecto despliegue de las notas individuales. El mástil de arce de dos piezas con diapasón de palisandro halaga la mano con su perfil redondeado que permite agarrar cada uno de los 20 trastes con poco esfuerzo. La larga escala de 648 mm apenas se nota al tocar.
Equipado con afinadores Grover Rotomatic de alta calidad, el instrumento es muy fácil y preciso de afinar. Al mismo tiempo, el hardware hecho de GraphTech TUSQ asegura una entonación limpia de las 6 cuerdas de acero. La Gibson SJ-200 también está bien equipada para el uso amplificado, ya que el sistema de pastillas L.R. Baggs incorporado promete una salida limpia del sonido acústico y puede ajustarse individualmente mediante un control en la boca. El generoso golpeador de tortuga con adornos florales, las preciosas incrustaciones de nácar en la corona y el característico puente de bigote constituyen los puntos visuales más destacados del instrumento y garantizan así un claro valor de reconocimiento.