Con su interfaz de audio Revolution 2x2 USB-C, Black Lion Audio aporta un soplo de aire fresco al sector de la grabación doméstica y ofrece prestaciones que, de otro modo, no se encontrarían en el segmento de precio medio... o solo en sistemas conversores de mayor tamaño. La empresa se hizo un nombre modificando preamplificadores de micrófono, convertidores de digital a analógico y procesadores de señal, y ahora presenta la primera interfaz USB propia que incorpora toda esta experiencia en su desarrollo. Se beneficia de unos componentes excelentes, un desacoplamiento consistente de la parte analógica de los convertidores AD/DA, el reloj propio Macro-MMC de gran precisión y la limpieza de corriente PG-I integrada. Esto establece unos estándares en términos de integridad del sonido y ausencia de ruido de fondo muy superiores a la clase de la interfaz. Tanto los micrófonos como los instrumentos (Hi-Z para guitarras eléctricas) se pueden conectar y amplificar a través de las dos tomas combo, mientras que el panel trasero ofrece una salida de monitor estéreo además de la E/S SPDIF. También hay medidores VU con ocho segmentos, una salida de auriculares con amplificador de alta fidelidad y el botón mono, que suma las entradas a mono. Gracias al control de mezcla, puedes cambiar sin problemas entre la señal de entrada y la de reproducción, y todo ello en una pequeña y robusta carcasa para casa o para llevar.
Pero eso no es todo: hay disponible un paquete de software compuesto por Studio One Artist, iZotope Elements Suite y los plug-ins BrainWorx BX Digital y Lindell 6X500 para que puedas empezar a grabar y editar directamente. Y si no hay toma USB-C en el ordenador, se incluye un práctico cable USB-C a USB-A.
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