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Una grabadora compacta es imprescindible cuando hay que ir rápido: una demo en el local de ensayo, una grabación en directo, una entrevista o un podcast. Las grabadoras de audio actuales (también llamadas grabadoras digitales) ofrecen resultados sorprendentemente profesionales, a menudo sin necesidad de equipo adicional.
Según el uso, las grabadoras de audio se diferencian sobre todo por el número de canales, las conexiones y el flujo de trabajo. Para ayudarte a elegir rápido la grabadora adecuada, las agrupamos en tres categorías:
Las grabadoras estéreo capturan una señal estéreo: perfectas para grabaciones en directo, transferencias y archivo, además de grabar en MP3 o WAV. Muchos modelos incluyen entradas analógicas y digitales y guardan en USB, tarjeta SD o memoria interna (según el equipo). Esto es especialmente útil si quieres digitalizar material existente (p. ej., cinta/vinilo) con una grabadora de audio digital. En resumen: una grabadora sencilla para resultados rápidos y limpios.
Muchas grabadoras estéreo funcionan en configuraciones muy distintas, desde señales de línea hasta fuentes digitales. Comprueba las entradas/salidas, el formato (MP3/WAV) y los valores máximos compatibles (kHz/profundidad de bits).
La grabadora estéreo insignia de Tascam, la SS-R250N, graba en USB, tarjetas de memoria o CD y permite transferir archivos directamente por red.
Lo más importante es la compatibilidad de conexiones (analógico o digital) y los parámetros objetivo: frecuencia de muestreo (kHz), profundidad de bits y formato (p. ej., MP3/WAV). Algunas grabadoras incluyen herramientas como limitador o compresor para controlar picos de nivel con seguridad.
Frecuencia de muestreo y profundidad de bits
La frecuencia de muestreo indica cuántas veces por segundo se captura la señal: CD = 44,1 kHz; vídeo suele usar 48 kHz. La profundidad de bits (p. ej., 16/24/32 bits) influye en la resolución dinámica: hoy, 24 bits es el estándar en grabación.
A primera vista, una grabadora multipista se parece mucho a una mesa de mezclas digital: hoy en día la frontera es difusa. La clave es que, en lugar de una mezcla estéreo, grabas varias pistas a la vez. Es ideal para grabar música, ensayos o directos cuando quieres mezclar con más control después. Además, muchos músicos agradecen el “feeling” de mezclador con faders y controles físicos.
Aun si el routing y los efectos pueden ser más simples que en un mezclador completo, la gran ventaja se mantiene: puedes importar las pistas a una DAW para editarlas – perfecto si buscas una solución autónoma de grabación multipista.
La Zoom R20 graba 8 pistas simultáneas e incluye efectos y funciones de edición similares a una DAW.
Antes, las grabadoras multipista de cassette eran la puerta de entrada a las demos caseras. Hoy esa idea sigue viva: metrónomo, patrones rítmicos, funciones de edición y, según el modelo, funcionamiento a pilas. Por eso una grabadora digital para música es tan útil cuando surge la inspiración fuera del estudio.
Si buscas “grabadora de audio”, “grabadora digital” o “grabadora de audio digital”, la clase multipista suele ser la elección correcta en cuanto necesitas más de dos canales a la vez.
DAW (Digital Audio Workstation)
Una DAW es un software para grabar, editar y mezclar audio en el ordenador (p. ej., Logic, Cubase, Studio One, Ableton, Pro Tools). Muchas grabadoras se integran fácilmente en el flujo de trabajo mediante USB o importación desde SD.
Las grabadoras portátiles son la opción más compacta, y por eso son tan populares. Como grabadora de mano, caben en la bolsa y aun así ofrecen un sonido listo para estudio. Muchas incorporan micros de condensador en configuración X/Y: perfectos para conciertos, ensayos, audio ambiente o ideas rápidas para podcast. Si buscas una grabadora para entrevistas, aquí aciertas.
Según el modelo, encontrarás entradas extra para micrófonos externos, almacenamiento (normalmente microSD) y variantes más robustas como field recorders. Así, una portátil se convierte en una grabadora de audio versátil para música, podcast y sonido para vídeo.
Graba audio de alta calidad donde quieras: las grabadoras portátiles son una solución flexible para música, grabación de campo y podcasts.
Y sí: una grabadora de mano también puede servir como una grabadora de voz premium cuando lo necesitas. Para muchos es la grabadora “siempre encima” para capturar un take, una cita o una idea musical en segundos.
Para demos rápidas, suele bastar una buena grabadora portátil. Si quieres grabar muchas fuentes a la vez (por ejemplo, una banda completa con pistas individuales), una grabadora multipista es la mejor opción.
WAV no está comprimido y es ideal para edición y mezcla. MP3 ahorra espacio y es práctico para grabaciones rápidas o para compartir. Muchas grabadoras admiten ambos.
44,1 o 48 kHz son estándares y funcionan muy bien en la mayoría de casos. Frecuencias más altas (p. ej., 96 kHz) aumentan el tamaño de archivo y el trabajo, pero no garantizan mejor resultado.
En grabación, 24 bits es el estándar porque ofrece más margen (headroom) y facilita ajustar niveles. 16 bits es suficiente para reproducción/archivo, y 32-bit float puede ser útil en algunas grabadoras de campo si el nivel varía mucho.
Una portátil con buenos previos, control de nivel fiable y entradas adecuadas es ideal. Resultan útiles funciones como limitador, salida de auriculares y gestión sencilla de archivos.
Para una mezcla estéreo bastan 2 canales. Para ensayos con más control, lo habitual es 4–8 entradas. Para baterías con micros individuales harán falta más; en ese caso conviene una grabadora multipista o un set ampliado.
Muchas grabadoras incluyen entradas combo XLR/TRS para micro/línea y, en portátiles, a menudo 3,5 mm con Plug-in Power. Si vas a usar micros de condensador, busca alimentación phantom de 48 V.
Un limitador controla picos repentinos antes de que haya saturación. Es especialmente útil en grabación de campo, directos o entrevistas cuando no puedes ajustar el nivel constantemente.
Sí. Normalmente se graba en SD/USB y luego importas los archivos a una DAW; en multipista, es el flujo de trabajo estándar.
Usa una SD/microSD rápida y fiable (según el modelo) y formátala en la propia grabadora. Para grabaciones largas en WAV/24 bits conviene buena capacidad y una tarjeta extra como respaldo.
