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La máquina de humo es un clásico entre las máquinas de efectos y casi imprescindible en muchos setups de iluminación. Aquí te contamos lo más importante y en qué fijarte antes de comprar.
La máquina de humo (a menudo llamada fogger) es un estándar en eventos y espectáculos. El humo crea ambiente y hace visibles los haces de luz: un recurso escénico que se usa en muchas situaciones, por ejemplo:
Para funcionar, una máquina de humo necesita líquido de humo. Durante el uso, el fluido se calienta dentro de la máquina y se expulsa en forma de humo.
Consejo: El humo escénico no solo crea ambiente por sí mismo; combinado con luz y láser puede resultar espectacular, siempre según las condiciones del espacio.
Relacionadas con las máquinas de humo, pero con usos algo distintos, están estas máquinas de efectos:
En las categorías correspondientes encontrarás más información sobre hazers y fazers, así como sobre líquido de humo y fragancias.
Además del precio, conviene fijarse en algunos datos técnicos. Uno de los más importantes es la potencia de calentamiento (en vatios): el fluido se convierte en humo mediante calor; si la resistencia es demasiado débil, el rendimiento puede bajar. Dos referencias prácticas:
También es clave el volumen de salida (normalmente en m³/min): indica cuánto espacio puede “llenar” la máquina. Para uso exterior, un buen volumen es esencial para que el viento no disperse el efecto demasiado rápido.
Además de lo básico, muchos usuarios también valoran otros detalles:
Consejo: No solo la máquina determina la calidad del efecto: el fluido también influye. Vale la pena comparar calidades para obtener los mejores resultados.
La forma de control es otro punto clave. La mayoría de equipos ofrecen una o dos opciones habituales:
Para uso profesional, conviene que la máquina disponga de entrada DMX, para integrarla en la instalación mediante un controlador DMX.
También es importante poder parar el humo con precisión. Las máquinas con válvula solenoide (a menudo “Instant Fog Stop”) son una excelente opción.
Si buscas efectos de humo clásicos, un fogger o máquina de humo estándar suele ser suficiente. Como hay muchos modelos, conviene revisar las especificaciones: un precio atractivo no sirve si el volumen de salida se queda corto en el escenario.
Para una fiesta privada no necesitas gastar mucho. Hay máquinas económicas con valores decentes. Como referencia, una máquina para fiestas puede rondar los 400 W y un volumen aproximado de 60 m³/min.
Los usuarios profesionales miran más allá: ¿es compatible con DMX? ¿cuál es el consumo de fluido? ¿y qué tal la precisión de control?