Sus opiniones

Hace unos años, lograr un sonido en vivo profesional requería mucho esfuerzo. Se colocaban racks grandes de efectos junto a la mesa de mezclas y había que tender cables multipar largos hasta el escenario. Desde la llegada de los mezcladores digitales, incluso las bandas pequeñas pueden aprovechar todas las posibilidades sonoras. El control remoto por tableta ofrece aún más ventajas. En resumen, un mezclador digital con control por tableta es ahora una solución imbatible gracias a sus numerosos beneficios.

1. Mezcla desde cualquier lugar

Mezclar con una tableta permite evaluar el sonido desde cualquier posición de la sala. Al fin y al cabo, el técnico de FOH no puede pasearse con una consola de 32 canales y cables para ajustar el sonido desde distintas perspectivas. Aunque es casi imposible lograr un "sonido perfecto" que agrade a todos los asistentes, el control por tableta permite hacer ajustes desde cualquier lugar para lograr el mejor compromiso posible.

Mezclador controlado por app
Un mezclador controlado por app no tiene perillas, interruptores ni canales físicos como una consola analógica tradicional.

2. Sin necesidad de espacio FOH

Una posición FOH fija no solo ocupa espacio valioso frente al escenario —que podría usarse para más público—, sino que también limita la evaluación del sonido a un solo punto. Con el control remoto por tableta, el técnico puede mezclarse entre la audiencia y no tiene que preocuparse por vasos de bebida cerca del mezclador.

3. Mezclador como caja de escenario

Como muchos mezcladores digitales ya no tienen controles físicos o tienen muy pocos, no tiene sentido colocarlos lejos del escenario. En lugar de tender un grueso cable multipar desde una caja de escenario hasta la consola, se puede colocar el mezclador directamente sobre el escenario y conectarlo a las fuentes de entrada. Esto ahorra cables largos e incluso puede eliminar la necesidad de cajas DI, ya que las conexiones suelen ser cortas. Por ejemplo, un teclado puede conectarse directamente al mezclador, que normalmente dispone de entradas combinadas XLR/jack.

Cable multipar
Un cable multipar es un cable de extensión que agrupa varias extensiones XLR (por ejemplo, 16 o 32) para que las entradas del mezclador estén disponibles en el escenario. En el extremo del mezclador suele haber conectores XLR macho, y en el escenario están dispuestos en una "caja de escenario", un dispositivo del tamaño de una caja de zapatos con enchufes ordenados.

4. Posibilidades sonoras

Gracias a los procesadores DSP, los mezcladores digitales no dejan nada que desear. Combinan procesadores de sonido, ecualizadores avanzados y más en un solo dispositivo que antes requería varios aparatos analógicos. En esencia, un mezclador digital es un ordenador especializado con una interfaz de audio precisa y un panel de conexiones. El hardware externo aún puede integrarse mediante insertos, pero rara vez es necesario gracias a la alta calidad de los efectos internos y previos de micrófono.

5. Presets de memoria

Además de sus funciones sonoras, los mezcladores digitales ofrecen presets de memoria: esto significa que una configuración completa puede guardarse y recuperarse en cualquier momento —ahorrando mucho tiempo en las pruebas de sonido. Si una banda utiliza la misma configuración o una similar, los ajustes guardados pueden reutilizarse para el próximo concierto. En teoría, el sonido será idéntico al del show anterior. En la práctica, se suelen hacer pequeños ajustes debido a la acústica de cada sala. Estos presets, a menudo llamados "escenas" o "shows", pueden activarse con un solo botón, algo impensable con un mezclador analógico.

Hace unos años, lograr un sonido en vivo profesional requería mucho esfuerzo. Se colocaban grandes racks de efectos junto a la mesa de mezclas y se tendían largos cables multipar hacia el escenario. Desde el auge de los mezcladores digitales, incluso las bandas más pequeñas pueden aprovechar todo el potencial sonoro. El control remoto por tableta ofrece aún más ventajas. En resumen: un mezclador digital con control por tableta es hoy en día una solución imbatible gracias a sus numerosas ventajas.

1. Mezcla desde cualquier lugar

Con una tableta, es posible evaluar el sonido desde cualquier punto del recinto. Al fin y al cabo, el técnico de FOH no puede caminar por la sala con una consola de 32 canales y cables solo para ajustar el sonido desde diferentes perspectivas. Aunque es casi imposible lograr un sonido “perfecto” que agrade a todos los oyentes, el control mediante tableta permite realizar ajustes desde cualquier lugar y lograr así el mejor compromiso posible.

Mezclador controlado por aplicación
Un mezclador controlado por aplicación no tiene botones, interruptores ni canales físicos como una consola analógica tradicional.

2. Sin necesidad de espacio FOH

Un FOH fijo no solo ocupa espacio frente al escenario —que podría usarse para el público—, sino que también limita la evaluación del sonido a un punto fijo. Con el control por tableta, el técnico puede mezclarse entre la audiencia y no tiene que preocuparse por vasos colocados peligrosamente cerca del mezclador.

3. Mezclador como stagebox

Como muchos mezcladores digitales tienen pocos o ningún control físico, ya no es necesario colocarlos fuera del escenario. En lugar de tender un grueso cable multipar desde una stagebox hasta la consola, se puede colocar el mezclador directamente en el escenario y conectarlo a las fuentes de señal. Esto elimina la necesidad de cables largos y, en algunos casos, incluso de cajas DI, ya que las distancias son cortas. Por ejemplo, un teclado puede conectarse directamente al mezclador, que suele disponer de entradas combinadas XLR/jack.

Cable multipar
Un cable multipar es una extensión que agrupa varias líneas XLR (por ejemplo, 16 o 32) y permite disponer de las entradas del mezclador en el escenario. En el lado del mezclador suelen ser conectores XLR macho, y en el escenario están alojados en una “stagebox”, una caja con conectores ordenados.

4. Posibilidades sonoras

Gracias a los procesadores DSP digitales, los mezcladores digitales lo tienen todo. Combinan procesadores de efectos, ecualizadores avanzados y más, todo en una sola unidad que antes requería múltiples dispositivos analógicos. Básicamente, un mezclador digital es un ordenador especializado con una interfaz de audio optimizada y panel de entradas/salidas. Aunque se pueden integrar equipos externos mediante puntos de inserción, rara vez es necesario debido a la alta calidad de los efectos y preamplificadores integrados.

5. Presets de memoria

Además de sus posibilidades sonoras, los mezcladores digitales permiten guardar configuraciones: es decir, todos los ajustes pueden almacenarse y recuperarse cuando se necesiten, ahorrando mucho tiempo en las pruebas de sonido. Si una banda toca con la misma configuración o una similar, los presets pueden usarse en el siguiente concierto. En teoría, el sonido será idéntico al del último show, aunque en la práctica se suelen hacer pequeños ajustes debido a la acústica del lugar. Estos presets, también llamados “escenas” o “shows”, pueden recuperarse con solo pulsar un botón —algo impensable con un mezclador analógico.

¿Qué tener en cuenta al comprar?

1. Número de entradas

Antes de comprar una nueva mesa de mezclas, conviene determinar cuántos canales de entrada se necesitan realmente. Especialmente cuando se microfonea una batería de forma profesional y se utilizan varios micrófonos vocales, una mesa de 16 canales puede quedarse corta rápidamente. Hoy en día existen mezcladores controlados por app con 24, 32 o más entradas a precios mucho más asequibles, ya que prescinden de componentes voluminosos como faders o potenciómetros.

Canal de entrada
Un canal de entrada agrupa todas las opciones para moldear el sonido de una señal individual, y normalmente se muestra en vertical en una consola. En la parte superior se encuentra el control de ganancia, seguido del ecualizador, los efectos, envíos auxiliares y funciones como corte de graves o botones de solo/mute. Muchas apps de tabletas reproducen estos elementos gráficamente, según el fabricante.

2. Número de envíos auxiliares

No solo las entradas, también las salidas deben considerarse al planificar. Es importante tener claro cuántas señales de monitoreo se necesitan, ya que se utilizan los canales auxiliares disponibles. También hay que decidir si el monitoreo será mono o estéreo. Por ejemplo, una banda de cuatro integrantes que quiera mezclas estéreo individuales necesitará al menos ocho envíos auxiliares. Algunos fabricantes ofrecen soluciones que permiten liberar envíos auxiliares para efectos u otras salidas evitando usarlos exclusivamente para monitoreo.

Behringer ha desarrollado un sistema de monitoreo para sus mezcladores X32 que se conecta por Ethernet y permite a cada músico crear su propia mezcla personalizada.

3. ¡La app lo es todo!

En términos de sonido, preamplificadores y efectos, muchos mezcladores controlados por app ofrecen un rendimiento similar. Por eso, conviene tener en cuenta la app al hacer la compra. Un flujo de trabajo eficiente es clave, sobre todo durante pruebas de sonido estresantes. La mayoría de los fabricantes ofrecen un modo demo en sus apps para que puedas probar cuál se adapta mejor a tus necesidades.

4. Router

El mejor mezclador no sirve de nada si la conexión falla. Algunos solo admiten redes Wi-Fi de 2,4 GHz, mientras que otros también trabajan con 5 GHz, que suele ser más estable cuando hay muchos dispositivos inalámbricos cerca. La opción más fiable es usar un router externo de calidad y conectarlo al mezclador. En el caso de mezcladores controlados exclusivamente por app, conviene tener un plan B, como la posibilidad de conectar un ordenador por cable Ethernet.

5. Sistema operativo

La mayoría de los fabricantes ofrecen sus apps para iOS, Android o incluso Linux (Behringer). Soundcraft, por su parte, utiliza una interfaz basada en navegador, lo que permite controlar el mezclador desde cualquier dispositivo con acceso a internet, sin importar el sistema operativo.