Al igual que en las mesas de mezcla para sonido en vivo, la tecnología digital también ha revolucionado el entorno de estudio, simplificando considerablemente los procesos de grabación y reduciendo los costes de forma drástica. Esta guía muestra qué mesas de mezcla de estudio son las más adecuadas para cada propósito.
Aunque en teoría se podría grabar sin una mesa analógica utilizando solo una interfaz USB, a lo largo de las décadas se han establecido algunos clásicos que definieron un sonido inconfundible: marcas como Neve, SSL, API o las antiguas consolas Siemens (a menudo procedentes de unidades móviles de radio) han marcado la historia del sonido de estudio. Estas consolas de “alto nivel” ofrecen una coloración sonora única, no solo por sus previos, sino también por la manera en que sus ecualizadores afectan a las distintas bandas de frecuencia. El mercado del software está lleno de emulaciones de estos modelos vintage, muchas de las cuales logran resultados sorprendentemente realistas.
Si te gusta trabajar con equipos analógicos, grabar múltiples fuentes simultáneamente o aplicar procesamiento de sonido integrado durante la grabación, una mesa analógica es la mejor elección.
Convertidores AD
Usar una mesa analógica no significa que la grabación deba hacerse en cinta. Las salidas de la mesa pueden conectarse a un convertidor AD que transforme la señal analógica en formato digital para su procesamiento en el ordenador. La calidad del Análogo-Digital convertidor es crucial para mantener la fidelidad del sonido original. Afortunadamente, los convertidores modernos suelen ofrecer una calidad excelente.
Las mesas digitales modernas, comunes en entornos de directo, también pueden usarse perfectamente en el estudio. Incluyen una amplia gama de efectos integrados y ofrecen una flexibilidad enorme. No es de extrañar que hoy en día sea posible realizar grabaciones en vivo con calidad de estudio. La palabra clave aquí es grabación multipista.
Grabación multipista
Las mesas con modo “grabación multipista” permiten registrar cada señal de entrada en una pista separada. Estas pistas pueden grabarse mediante USB en un ordenador con software como Logic, Pro Tools o Cubase, o bien guardarse en una memoria interna o externa (pendrive, tarjeta SD, disco duro, etc.). Esto permite editar cada instrumento individualmente tras la grabación. Algunas mesas, sin embargo, solo ofrecen una mezcla estéreo (p. ej., WAV, MP3, AIF), sin posibilidad de editar las pistas por separado.
Aunque las mesas digitales incluyen numerosos efectos, también permiten integrar procesadores externos a través de envíos o inserts, igual que las mesas analógicas. Normalmente disponen de una matriz de enrutamiento que permite asignar libremente entradas y salidas. Esto ahorra espacio y evita tener que reconectar cables cuando una señal necesita procesarse en otro canal.
Con el auge de los pódcasts, los fabricantes han desarrollado mesas de mezcla optimizadas para la grabación de voz. Están pensadas para usuarios que desean grabar rápidamente sin tener que ajustar parámetros complejos. Estas mesas simplifican el flujo de trabajo ajustando automáticamente los niveles de los micrófonos y evitando distorsiones no deseadas.
Un sumador es básicamente una mesa de mezcla simplificada sin previos de micrófono, ecualizadores ni efectos. Normalmente solo permite ajustar el volumen y el panorama por canal estéreo, y en algunos casos únicamente el nivel maestro. Los sumadores funcionan como procesadores de sonido cuya función es combinar grabaciones multipista en una mezcla estéreo aportando su carácter sonoro particular. Los modelos de AMS Neve, por ejemplo, añaden una cohesión musical muy agradable según el nivel de entrada, mientras que los de SPL o Dangerous Music ofrecen un sonido transparente y lineal. Los modelos a válvulas de Thermionic Culture recrean el sonido cálido y tridimensional de las consolas clásicas en los estudios modernos.