Los micrófonos dinámicos son los más comunes y se adaptan a casi cualquier aplicación. Clásicos como el Shure SM58 para voz en directo, el SM57 para amplificadores y caja, o el RE520 para voz o bombo, son auténticos referentes. Cada modelo tiene su carácter sonoro: ¡vale la pena probarlos!
Los micrófonos dinámicos no necesitan alimentación phantom, soportan altos niveles de presión sonora, son resistentes al acople y poco sensibles al viento. En escenarios ruidosos captan principalmente lo que está justo delante de la cápsula.
Los micrófonos de condensador de gran diafragma son la primera opción para voz y locución gracias a su sensibilidad y detalle. Muchos modelos ofrecen patrones polares conmutables: cardioide (frontal), omnidireccional (desde todos los lados) y figura en ocho (frontal y posterior). Requieren alimentación phantom de 48 V.
Son las versiones más compactas de los de gran diafragma, ideales para fuentes brillantes y ricas en detalles como overheads, guitarras acústicas o instrumentos de cuerda. Requieren alimentación phantom de 48 V y reproducen los transitorios con gran precisión.
Entre los modelos más populares se encuentran el Rode NT5, varios modelos de AKG y el refinado Neumann KM 184.
Overheads: En pares, crean una imagen estéreo estable con gran definición de platillos.
Guitarra acústica y cuerdas: Transitorios precisos y sonido natural, sin dureza en agudos.
Micrófonos de ambiente: Captan la acústica natural de la sala, ideales para añadir profundidad en la mezcla.
Un micrófono de condensador USB es ideal para podcasts, YouTube y locuciones sin interfaz de audio. Plug & Play, sin necesidad de drivers, con conversor digital integrado. Algunos incluyen compresor o de-esser internos. No requieren alimentación phantom, ya que se alimentan por USB.
Los micrófonos de válvulas son condensadores con preamplificador a válvulas y necesitan una fuente de alimentación externa. Su sonido es cálido y definido, con agudos sedosos y graves profundos. Son más caros, pero destacan en grabaciones vocales de alto nivel.
Los micrófonos de cinta representan un sonido retro y suave, ideales para lograr un carácter vintage o reducir agudos agresivos. Un clásico es el Royer R-121. Hoy en día existen alternativas más asequibles de gran calidad. Debido a su baja salida, se recomienda un preamplificador con suficiente ganancia. Normalmente tienen patrón en figura de ocho y no deben recibir alimentación phantom bajo ninguna circunstancia.
Los micrófonos de superficie captan el sonido reflejado de las superficies. Muy útiles en teatros, salas de conferencias o dentro del bombo para obtener un sonido potente.