El live streaming se ha convertido en una parte esencial del mundo digital. Desde la pandemia, la transmisión en directo en redes sociales ha ganado una importancia considerable. Músicos solistas, bandas, podcasters e influencers utilizan plataformas como YouTube, Twitch o Instagram para compartir contenido y conectar con su audiencia. Para quienes empiezan, la duda principal es qué equipo se necesita para transmitir con calidad. En esta guía encontrarás los aspectos clave que debes considerar al iniciarte en el live streaming.
Aunque el término streaming es muy común, no todas las personas conocen cómo funciona realmente. En general, distinguimos entre streaming bajo demanda y live streaming.
En el streaming bajo demanda, los archivos de vídeo o audio se reproducen a través de Internet en un smartphone, ordenador, tablet o televisor, mientras permanecen almacenados en otro lugar. A diferencia de una descarga, el contenido se reproduce de inmediato sin guardarse en el dispositivo. Sin embargo, como solo se almacena temporalmente en la memoria, no puede reproducirse sin conexión.
El live streaming consiste en transmitir un evento en tiempo real. Deportes, gaming, conciertos, seminarios o eventos digitales: el streaming en directo permite una comunicación inmediata e interacción directa con la audiencia.
Desde la pandemia, los conciertos en live streaming se han convertido en una alternativa destacada a los eventos presenciales. Muchos artistas internacionales, DJs y bandas ofrecen ahora actuaciones digitales. Producciones bien realizadas permiten disfrutar de música en vivo desde casa y, para artistas emergentes, el streaming ofrece una visibilidad que a menudo supera la de un concierto físico.
Una conexión a Internet estable es fundamental. Especialmente al transmitir vía Wi-Fi o desde exteriores, pueden producirse fluctuaciones de velocidad. Si la conexión se vuelve demasiado lenta, aparecerán cortes, tiempos de carga y una calidad deficiente de imagen o sonido. Para una emisión fluida se recomienda una velocidad de subida mínima de 6 a 10 Mbit/s. Regla general: cuanto mayor sea el bitrate, mejor será la calidad de la transmisión.
Plataformas como YouTube, Facebook Live, Twitch e Instagram permiten transmitir contenido en directo y llegar a una audiencia amplia de manera sencilla.
YouTube
YouTube, con más de dos mil millones de usuarios, es el portal de vídeo más grande del mundo y también el segundo mayor motor de búsqueda. Esto lo convierte en una plataforma ideal para alcanzar una gran audiencia con transmisiones en directo. Antes de empezar, es posible configurar la cámara, el micrófono, el título, la descripción y la visibilidad del stream. La interacción con los espectadores se realiza mediante el chat en directo. Para monetizar a través del Programa de Socios de YouTube, es necesario cumplir ciertos requisitos, entre ellos contar con al menos 1000 suscriptores. YouTube también permite transmitir vídeos en 360°.
Los directos pueden guardarse y verse más tarde. La plataforma admite una calidad de audio de hasta 128 kBit/s. A diferencia de Facebook o Instagram, los espectadores no necesitan una cuenta para ver el stream.
Facebook Live
Facebook Live está integrado en la plataforma desde 2015. El directo se inicia mediante la función “Vídeo en directo” y solo es visible para usuarios registrados en Facebook. Los espectadores pueden comentar y reaccionar en tiempo real gracias al chat incorporado. Además, los directos pueden guardarse para su visualización posterior.
Twitch
Twitch, inicialmente centrado en contenido de gaming, se ha vuelto cada vez más popular entre músicos, especialmente DJs. Con al menos 50 seguidores, se puede solicitar el programa de afiliados para generar ingresos mediante anuncios o donaciones. Solo los usuarios con cuenta de Twitch pueden comentar, pero los directos pueden verse sin iniciar sesión. Las retransmisiones quedan disponibles entre 14 y 16 días, según el tipo de cuenta.
Instagram Live
Actualmente, Instagram Live solo puede iniciarse desde un smartphone, lo que lo hace adecuado para transmisiones espontáneas y relativamente cortas, de hasta una hora. Los espectadores deben usar la aplicación de Instagram y tener su propia cuenta. La plataforma ofrece una interacción muy directa mediante comentarios en tiempo real. Las grabaciones pueden guardarse y permanecen disponibles durante 24 horas.
Especialmente útil para músicos y bandas — Stageit y Stagetasy
Stageit ofrece una plataforma virtual donde músicos solistas, DJs y bandas pueden realizar conciertos de pago en directo. Gracias a la integración con redes sociales, es posible ampliar el alcance rápidamente. Stagetasy proporciona un canal propio tras registrarse y especificar la información del concierto. Los seguidores pueden apoyar al artista voluntariamente o mediante entradas de acceso.
La imagen es un elemento fundamental para la experiencia del espectador. Aunque es posible transmitir con un smartphone o una webcam básica, usar una cámara dedicada ofrece una mejora notable en la calidad. La señal de la cámara se envía a una interfaz o a un mezclador de vídeo, donde se gestionan todas las fuentes visuales. Allí se selecciona qué cámara aparece en cada momento y se controlan efectos como transiciones, superposiciones, imagen en imagen o gráficos. Entre los fabricantes más conocidos se encuentran Blackmagic Design, Roland y RGBlink.
Los modelos ATEM Mini de Blackmagic Design ofrecen funciones avanzadas a un precio accesible para entornos semiprofesionales. El ATEM Mini y el ATEM Mini Pro permiten conectar hasta cuatro señales HDMI. Todas las señales se sincronizan internamente y pueden procesarse con diferentes efectos. La sincronización de audio y vídeo se logra ajustando el retardo de la señal de sonido. El mezclador se conecta al ordenador mediante USB y es reconocido como una cámara en software como OBS Studio, Streamlabs OBS, Wirecast o XSplit, desde donde se envía la transmisión a la plataforma seleccionada.
Para crear una transmisión más dinámica o capturar mejor la actuación de una banda, es recomendable usar varias perspectivas de cámara. En conciertos en directo, las cámaras fijas permiten mostrar ángulos que normalmente son difíciles de conseguir, como tomas cenitales de un batería o primeros planos durante un solo de teclado. Un mezclador adecuado para configuraciones más grandes es el ATEM Mini Extreme, con ocho entradas HDMI.
La iluminación es igual de importante para lograr una imagen profesional. Para configuraciones pequeñas, las luces compactas diseñadas especialmente para streaming —por ejemplo, de Elgato— ofrecen una iluminación ajustable y fiable.
Para producciones más grandes, se necesitan luces de mayor potencia que garanticen una iluminación uniforme. Entre las opciones recomendadas se encuentran paneles LED de Eurolite, Chauvet y Showtec.
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También pueden usarse focos teatrales tradicionales para iluminar el set. Añadir iluminación de color al fondo ayuda a crear mayor profundidad visual y una estética más profesional.
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Un buen sonido es esencial en cualquier transmisión en directo. Un micrófono de calidad marca una gran diferencia y garantiza que el público pueda seguir el contenido con claridad. Aunque es posible utilizar micrófonos de diadema, suelen implicar compromisos en la calidad de sonido. Un micrófono dedicado suele ser accesible y mejora notablemente la experiencia del streaming.
En un concierto en live streaming, los instrumentos pueden captarse directamente o mediante micrófonos. La señal de audio se envía a una interfaz o a una mesa de mezclas, se procesa según sea necesario y, posteriormente, se dirige al mezclador de vídeo. Allí se combinan audio y vídeo (embedding) antes de codificarse y enviarse a la plataforma, donde la audiencia recibe la mezcla final.
Hasta la mesa de mezclas, el flujo de señal de micrófonos, cajas DI y cableado es prácticamente igual al de un concierto habitual. Sin embargo, es importante que todos los instrumentos que se escuchan en la sala también estén presentes en la mezcla. A diferencia de un concierto presencial, donde el sonido de la PA interactúa con el espacio, en un streaming solo se transmite la señal captada, por lo que la mezcla debe representar fielmente todas las fuentes.
Si es posible, la posición de Front-of-House (FoH) debería estar aislada acústicamente del sonido de la banda. De este modo, la persona encargada de la mezcla escucha exclusivamente la señal real de la consola y no el ambiente de la sala, lo que permite tomar decisiones más precisas. La banda puede realizar una prueba de sonido normal, ajustando niveles y monitores como de costumbre.
Es muy recomendable minimizar la filtración entre instrumentos. Muchos espectadores verán el streaming desde smartphones, portátiles o altavoces pequeños, donde los problemas de fase se perciben más —similar a una situación de monitorización en estudio—. Mantener una cadena de señal limpia y bien organizada es fundamental para obtener un sonido profesional y coherente.